Si nunca has tenido ayuda para maquillarte, puede que tengas muchas dudas sobre cómo aplicar cada producto, o sobre qué cantidades usar para que luzca lo mejor posible en tu rostro. Ten en cuenta que no hay una forma de maquillaje perfecto que le siente estupendo a todas las mujeres, porque cada una de nosotras tenemos complexiones faciales distintas, así como gustos personales que pueden llevarnos a sentirnos más cómodas con ciertos tipos de maquillaje.

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Este artículo te enseñará cómo aplicarte un maquillaje completo, pero tú puedes elegir sólo alguna de sus partes o modificarlo ligeramente después de ensayar sobre tu rostro. Lo más importante es que te sientas cómoda con la cantidad de maquillaje que decides usar, que te sientas cómoda y sientas también que tu arreglo refleja tu estilo y personalidad.

Pasos

  1. Comienza por lavar tu rostro. Si vas a maquillarte saliendo de darte un baño, entonces ya estás lista. Pero cuando te maquillas para salir por la noche, es muy recomendable lavar tu cara con un jabón facial suave, para asegurarte de eliminar cualquier impureza que pueda quedar atrapada en tus poros si aplicas encima el maquillaje.
  2. El primer producto que usarás se llama basa. Lo más práctico es comprarla en una presentación líquida, para no tardar mucho tiempo aplicándola. Coloca una cantidad pequeña hacia el centro de tu cara, y usa tus anulares para esparcirla hacia afuera de manera uniforme, hasta abarcar no sólo todo tu rostro sino también el cuello. Asegúrate de difuminar la transición del cuello al pecho y a los hombros para que no parezca que tu piel cambia de tono misteriosamente.
  • El color siempre debe ser lo más parecido a tu tono natural, y bajo ninguna circunstancia más claro que tu piel.
  • Si tu piel es muy seca, te conviene una base que contenga aceites naturales, y si en cambio eres de piel grasa, te conviene más conseguir una base libre de aceite.
  • Pregunta en tu tienda de cosméticos por la base que mejor se adapte a ti.
  1. Como un elemento opcional, antes de fijar la base quizá desees usar un corrector sobre ella. El corrector es un producto que tiene por objetivo disimular imperfecciones notorias de la piel, como ojeras muy marcadas o granitos.
  • El corrector necesita ser un tono más claro que la base.
  • Se coloca en pequeñas cantidades directamente sobre la zona con la imperfección a ocultar, y se usan las yemas de los anulares para difuminarlas con la base. Puedes dar pequeño golpecitos después de aplicarlo para que se integre aún mejor.

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  1. Después de la base, viene el polvo fijador. Debe ser del mismo tono que la base, o bien transparente, y se aplica igualmente por el rostro y el cuello con una brocha o una esponja de látex.
  • El polvo te ayudará a que la apariencia uniforme de la piel que conseguiste con la base te dure varias horas. Además, quitará esa molesta apariencia de brillo.
  1. Ahora que aplicaste el polvo fijador viene otro paso adicional: la corrección en polvo. El objetivo es iluminar las partes de tu rostro que quieres resaltar, mientras que los rasgos que menos te agradan se disimulan oscureciendo la piel. Puedes usar rubor en dos tonos distintos. tonos, o polvo suelto en tonos oscuro (dos o tres tonos más oscuros que tu piel) y claro (uno o dos tonos más claros que tu color natural).
  • Para caras redondas, se aconseja iluminar el centro de la frente y el mentón.
  • Para un rostro cuadrado, disimular las mandíbulas en un tono oscuro es un buen consejo.
  • En una cara alargada, se puede disminuir la distancia a la que está el mentón de la frente oscureciendo un poco el primero.
  • Esta es una técnica de maquillaje que requiere muy buena vista. Además, es muy sutil, son apenas unos toques. Si sientes que tienes mucha sensibilidad para detectar el juego de luces y sombras que ofrece el maquillaje es preferible que no intentes la corrección en polvos.
  1. Ahora los ojos, que inician con la sombra. Este es un tipo de maquillaje que muchas mujeres consideran innecesario, y puede ser de mal gusto si no se aplica con moderación.
  • La idea es jugar con tres tonos de sombra distintos.
  • Primero, usa un tono apenas más claro que el color de tu piel para cubrir tu párpado superior.
  • Después, usa un tono algo más oscuro que tu piel para aplicar por encima del párpado que se diluya hacia el nacimiento de las ceja. Este tono también puede aplicarse para contornear el párpado inferior.
  • Sobre el arco de un par de milímetros debajo de la ceja debe aplicarse un tercer tono de sombra, que sea bastante brillante.
  • Te tomará un tiempo poder hacer esta parte del maquillaje en forma rápida y sin que el juego de tres tonos se vea muy artificial. Pero sé paciente y verás que con la práctica lo aprenderás perfecto.

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  1. El rímel o máscara de ojos se usa para resaltar tus pestañas. El tono más usual es el negro, pero también el marrón funciona para algunas mujeres.
  • Antes de aplicar el rímel, algunas mujeres usan un lápiz delineador para marcar la línea de nacimiento de las pestañas. Asegúrate en ese caso de que sea del mismo tono que tu máscara de ojos.
  • El rímel tiene un aplicador incluido, que debes colocar en la base de tus pestañas y deslizar hacia afuera. No lo apliques en línea recta sobre cada tramo de pestañas, sino en ligeras diagonales para que el color quede mejor distribuido.
  1. Los labios son la parte más sencilla. Si sólo deseas usar lápiz labial, un par de pasadas bastan para pintar cada labio. Si tu labial es muy oleoso, puedes eliminar el exceso sosteniendo un pañuelo desechable entre tus labios.
  • Si deseas que el maquillaje de tus labios tenga contornos muy bien definidos, puedes usar un delineador para labios. Si te gusta el grosor de tus labios, úsalo exactamente sobre la línea que los separa de tu piel. Si quieres que tus labios se vean más delgados, puedes pasar el delineador un milímetro por dentro del borde natural. Si quieres hacerlos ver más gruesos, pásalos un milímetro por arriba.