El parkour ha adquirido una enorme popularidad en todo el mundo gracias a los impresionantes videos que algunos de sus practicantes han compartido a través de la red. Es cierto que podría considerarse un deporte, pero es ante todo una disciplina de ejercicio físico y mental, un arte a la vez que una filosofía.

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Lo importante para llegar a ser un buen “traceur” (palabra francesa que podríamos traducir como “el que traza el camino”, es decir, un practicante de parkour) no es pensar en tu cuerpo como una herramienta para hacer acrobacias y maniobras físicas extraordinarias, sino como una parte de tu vida diaria a la que no le has prestado la atención suficiente pero que puede ayudarte a desplazarte por el mundo en una forma totalmente distinta a las que conoces hasta ahora.

Parkour

El término parkour se originó de los “parcours” militares en Francia: rutas de obstáculos que los reclutas de cuerpo de infantería o un cuerpo de bomberos debían aprender a sortear como parte de sus entrenamientos. Sin embargo, antes de la palabra parkour se usó otra expresión entre las primeras personas que practicaron esta disciplina como parte de la vida civil; se le denominaba “l’art du déplacement” (“el arte del desplazamiento”) porque debía practicarse como parte del recorrer diario los lugares que nos rodean, en lugar de limitarse a una suerte de entrenamiento físico. Más adelante se le conoció también como “free running” (en inglés, “carrera libre”), pero más importante que el nombre por el que se le conoce es la forma en que se practica.
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El objetivo de la disciplina es aprender a llevar tu cuerpo con fluidez por todos los lugares con los que interactúa y no sólo por los caminos por los que se le invita a caminar. El arte de desplazarse con fluidez, sin embargo, no es un simple acto de rebeldía: se busca dominar el movimiento del cuerpo hasta hacerlo rápido y fuero, sí, pero sobre todo bello y eficiente. Un verdadero traceur no intentará usar sus habilidades de parkour para realizar actividades ilegales o simplemente para presumir su destreza corporal: se deben elegir siempre las rutas más eficaces para llegar de un lugar a otro, y siempre debe haber un respeto por tu cuerpo y la estética que le permites o no tener al moverse.

El parkour no es una disciplina que puedas empezar a practicar de un día para otro. Necesitarás preparar tu cuerpo y tu mente para alcanzar el grado de agilidad y confianza en ti mismo, y muchos de los movimientos que perfeccionarás con el tiempo los vas a descubrir por tu cuenta, sin que nadie pueda enseñártelos. Sin embargo, una serie de consejos para iniciar no le vienen mal a nadie, y esto es precisamente lo que queremos ofrecerte aquí.
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Pasos

  1. Pon tu cuerpo a punto antes de empezar. Necesitas tener cierta base de acondicionamiento físico adecuado antes de aprender movimientos de parkour.
  • Si ya practicas algún deporte de alto rendimiento, o un arte marcial, tu cuerpo está preparado para iniciar con las nociones básicas de parkour.
  • Si no es así, te recomendamos que inicies una rutina de ejercicio para fortalecer tus piernas, tu tronco y tus brazos durante al menos un mes antes de comenzar los ejercicios básicos de parkour.
  • No necesitas tener músculos increíblemente desarrollados: simplemente necesitas que tu cuerpo esté acostumbrado a moverse con agilidad de forma cotidiana. Así que toma las cosas con calma, no te excedas con tu rutina de ejercicio.
  • Correr 20 minutos y hacer otros 20 de ejercicios de fuerza y flexibilidad (sentadillas, abdominales, flexiones de pecho, estiramientos) será más que suficiente para la primera semana. Intenta aumentar 2 minutos a cada bloque de ejercicios para cada una de las siguientes tres semanas. Recuerda tener un día obligatorio de descanso semanal.
  • Cuando termine tu mes de acondicionamiento, no tendrás la fortaleza física de un atleta profesional ni mucho menos. Simplemente habrás acostumbrado a tu cuerpo a salir de la rutina sedentaria. Todavía te faltará mucha destreza física para dominar los movimientos más complejos del parkour, pero de cualquier manera las técnicas de desplazamiento se aprenden muy lentamente. Conforme la técnica vaya exigiendo más de ti, tu cuerpo irá adquiriendo también mayor fortaleza. Así que no te preocupes, el acondicionamiento físico seguirá de forma natural y paulatina una vez que hayas comenzado a practicar parkour.

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  1. Aprende a caer. Antes de que aprendas técnicas para correr a alta velocidad y saltar en espacios reducidos, necesitas practicar con caídas imaginarias. Necesitar aprender a trasladarte en forma ágil de una posición de pie a estar recostado en el piso, o a aterrizar sobre tus pies después de un salto considerable, en ambos casos distribuyendo el impacto por todas las partes de tu cuerpo para no hacerte daño en ninguna de ellas. A las técnicas para llevar tu cuerpo al piso se les conoce como rodamientos en el primer caso, y aterrizajes o recepciones en el segundo.
  • El truco principal para los rodamientos es apuntar el peso de tu cuerpo a uno de tus hombros, y en lugar de permitir que éste reciba todo el impacto, girar tu torso en el momento del contacto con el piso para que tu cuerpo entero ruede sobre el eje que le proporciona tu hombro.
  • Para practicar en un inicio, intenta ponerte de cuclillas y apoyar tus manos en el piso, la izquierda con los dedos apuntando hacia el frente y la derecha ligeramente más adelantada pero con los dedos apuntando hacia la otra mano (como si formaras una escuadra con las dos; para hacerlo tendrás que flexionar ligeramente el brazo derecho). La dirección hacia la que apunta tu codo derecho es hacia la que realizarás el rodamiento. A continuación usa la fuerza de tus pies y tus manos para empujarte hacia adelante, pero en lugar de golpear el piso bocabajo con un impacto seco, inclina primero tu pecho y luego todo tu torso para girar rápidamente hacia la derecha, aterrizar en ese hombro y continuar con el movimiento giratorio al hacer girar primero el costado y luego la espalda en esa dirección.
  • Dependiendo del impulso del salto, puedes girar una o dos veces tu cuerpo entero sobre la tierra para amortiguar la caída. Lo más recomendable es que sólo sea una, y de esa fuerza conserves la suficiente inercia en el movimiento de rotación como para levantarte del suelo sin usar tus manos.
  • Para aprender a hacer una recepción básica, traza una línea un metro adelante de ti y toma impulso para saltar hasta ella. Coordina la tensión de tus piernas al saltar con un impulso de tus brazos hacia arriba para lograr la mayor altura posible. Mientras estás en el aire, cruza ligeramente los pies para mantenerlos juntos y controlar el punto exacto en el que los colocarás cuando aterrices. Lograr un aterrizaje de precisión, cerca de la línea que marcaste en el suelo, es parte importante de este ejercicio.
  • Para distribuir el impacto en todo tu cuerpo cuando necesitas aterrizar de pie, el truco es caer con las rodillas flexionadas y nunca apoyar tus talones directamente en el piso. Intenta aterrizar siempre sobre la bola y los dedos del pie, con los talones incluso ligeramente flexionados hacia arriba y la espalda ligeramente inclinada (no encorvada) hacia adelante. Así logras crear un juego de diagonales por todas las líneas de tu cuerpo (planta del pie/talón, pantorrillas/muslos, glúteos, cadera) que distribuirá la fuerza del golpe sin causar ningún daño.

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  1. Los movimientos más avanzados los irás descubriendo cuando salgas a la calle y te desplaces por diferentes tipos de terreno. En ocasiones, por ejemplo, después de un salto deberás aterrizar sólo con las manos para aferrarte a un tubo o a una rama. En estos casos, es importante dejar que tu cuerpo se balancee hacia adelante y hacia atrás para amortiguar igualmente la fuerza del impacto, sin permitir que tus manos se suelten del punto de apoyo.
  • Recuerda que antes de intentar un desplazamiento de un punto a otro, sin importar qué tan cercano parezca, necesitarás valorar la distancia y tus opciones de aterrizaje. Necesitas conocer muy bien tu cuerpo para saber hasta qué altura puedes saltar, o desde qué altura puedes caer sin que al hacer el rodamiento el impacto sea demasiado para los músculos que hasta ahora has trabajado.
  • Nunca intentes adelantarte a lo que has aprendido por ti mismo. Si ves un video en Internet con un salto que te parezca sencillo de realizar, no intentes hacerlo en la calle sin antes haber probado con movimiento de preparación. Recuerda que una gran parte del arte del desplazamiento es conocer a fondo tu propio cuerpo y las formas en las que puede moverse.
  • Aunque puedes realizar parkour con amigos y es posible que los traceurs aprendan unos de otros, ningún camino y ningún caminante son iguales. Asegúrate de intentar sólo movimientos que tengas bien calculados en tu mente, y no intentes seguir los cálculos de otros. Aprender a conocer el territorio por el que te mueves es tan importante como aprender a conocer la forma en que la energía de cada movimiento recorre tu cuerpo por dentro, hasta qué punto puedes exigir fuerza o flexibilidad a cada músculo y qué capacidad de resistencia hay en cada una de tus articulaciones y ligamentos.

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Advertencia

  • Recuerda que calcular mal las fuerzas de tu cuerpo, intentar ir más rápido sólo para impresionar a alguien, o arriesgarte por terrenos que no te son para nada familiares son algunos de los riesgos innecesarios que pueden resultar en daños serios a tu cuerpo. El objetivo del parkour es incrementar tu seguridad personal, aprender a moverte a una gran velocidad pero siempre de la forma más segura. Pueden pasar años antes de que logres hacer algunas de las maniobras más espectaculares que has visto en Internet. En cualquier caso recuerda que los recursos más acrobáticos no se usan sólo por demostrar que has aprendido a usarlos: aunque se trate de un simple aterrizaje de rodillas flexionadas, no debes usarlo a menos de que sea el movimiento justo para superar un obstáculo determinado en el instante preciso.