¿Quieres una verdura que se prepare rápidamente para la cena de esta noche? El brócoli es una de tus mejores opciones. Puedes cocinarlo de la manera más simple, sin sazonarlo más que con sal, o bien puedes aderezarlo con toda clase de especias y acompañamientos. De la misma manera, puedes elegir entre hacerlo al vapor para que quede bien suave, escalfarlo para que su textura sea algo crujiente, sofreírlo en mantequilla para un sabor menos ‘verde’, o incluso meterlo directamente al microondas.
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¿Cómo lo prefieres tú? Si es tu primera vez cocinando brócoli, aquí recapitulamos para ti algunas formas de cocinarlo para que tengas la confianza de que sabrá bien siguiendo cualquiera de ellas. Con el tiempo encontrarás tu favorita, y le irás haciendo cambios hasta cocinar brócoli enteramente a tu gusto.
Brócoli al vapor. Esta es la manera clásica de cocinar el brócoli. Mientras menos agua uses, más nutrientes conservará, así que una vaporera es lo ideal, pero si no cuentas con una puedes ser creativo con lo que tienes en casa para improvisar una olla doble que te deje cocer al vapor.
- Comienza por elegir tus brócolis. Cuando compres esta verdura debes buscar siempre ramilletes de color verde oscuro y tallos que no parezcan resecos. El brócoli debe verse fresco, pero no blandengue, siempre evitando los tonos amarillos que indican ramilletes demasiado maduros.
- Enjuágalos en la cocina bajo el chorro de agua. Corta un tramo del tallo de cada brócoli y después rebana todo el ramillete a la mitad (o en trozos más pequeños, si crees que compraste brócolis demasiado grandes). Ten cuidado al rebanar para no desgajar los ramilletes y poner a cocinar el brócoli ya despedazado.
- Coloca tus ramilletes de brócoli en la vaporera o la doble olla, para que se cuezan con la menor agua posible. Condimenta con un poco de sal, y, si lo deseas, agrega orégano en polvo o vinagre balsámico, que combinan bien con su sabor.
- Por lo general pasarán unos 15 minutos antes de que veas a los brócolis apetecibles y tiernos y puedas retirarlos del vapor.
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Brócoli a la mantequilla. Para esta receta sofreirás el brócoli en un sartén y le darás un sabor cremoso al tiempo que lo dejas crujiente.
- Pon a calentar un sartén con suficiente mantequilla para mojar en ella la cantidad de brócoli que piensas cocinar.
- Corta tu brócoli en trozos pequeños para que el calor actúe mejor sobre él.
- Cuando la mantequilla está ya bien caliente debes agregar el brócoli y moverlo continuamente mientras se cuece a fuego lento.
- Antes de que la mantequilla parezca ya demasiado quemada, tu brócoli se habrá cocinado lo suficiente. Puedes saberlo si lo pinchas con un tenedor y no está duro pero sí firme.
- Puedes acompañar con otras verduras asadas y servir con salsa de soya.
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Brócoli en el microondas. Curiosamente, la mejor manera de conservar todos los nutrientes de brócoli mientras se cocina es hacerlo en microondas.
- Rebana tus tallos de brócoli hasta un tamaño aceptable, colócalo en un recipiente con tapa apto para temperaturas altas en el microondas, humedece el espacio con tres o cuatro cucharadas de agua, y cocina en el horno de microondas durante 5 minutos con la potencia indicada para vegetales.
- Condimenta con tomillo y pimienta, y sirve de preferencia con otro alimento no seco.
Brócoli escalfado. Hervir el brócoli hace que pierda la mayoría de sus nutrientes, pero escalfarlo te da mejores resultados.
- Pon a calentar en una olla de agua una cucharada de vinagre y dos de jugo de limón. Esto hará que tu brócoli no se reblandezca demasiado.
- Si usas brócoli congelado, deshiela la bolsa dejándola fuera del refrigerador desde la noche anterior. De lo contrario al entrar al agua hirviendo el brócoli se reblandecerá demasiado.
- Espera a que el agua en la olla hierva y agrega en ese momento tus brócolis.
- Baja la flama. A partir de ahí cuenta 3 minutos antes de sacarlos y drenarlos.
- El brócoli escalfado sabrá muy crujiente, así que un buen aderezo para servirlo es combinar aceite de oliva y limón.