La diabetes es una enfermedad compuesta por un grupo de trastornos hormonales crónicos. La principal característica de la diabetes es el exceso de glucosa (azúcar) en la sangre. La diabetes ha sido reconocida desde hace miles de años, pero en los últimos 200 años la diabetes tipo 2, la cual es una diabetes adquirida, ha crecido en proporciones epidémicas en todo el mundo.
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Debido a que a los alimentos procesados se les agrega mucha azúcar para hacerlos más sabrosos, el consumo excesivo de alimentos procesados ha llevado a esta epidemia. La buena noticia es que se puede controlar la diabetes con dieta, y de hecho, también se puede prevenir.
Cómo controlar la diabetes con dieta
- Procura que tus alimentos sean lo más cercano a su forma original o natural posible. Esto significa que debes evitar los alimentos procesados o preparados y debes cocinar tus alimentos desde cero tanto como sea posible. También significa que debes incluir alimentos orgánicos en tu dieta lo más que puedas.

Foto de Amy Selleck con licencia CC BY 2.0.
- Una de las razones para enfatizar los alimentos orgánicos es porque con ellos limitas la cantidad de productos químicos que introduces a tu cuerpo.
- Incluye por lo menos el 90 a 95% de carbohidratos complejos en tus comidas, en lugar de hidratos de carbono simples. Los carbohidratos complejos se componen de moléculas de azúcar individuales que se unen en largas cadenas complicadas y muchas veces ramificadas. Los carbohidratos complejos se encuentran en alimentos enteros sin procesar, como los cereales integrales, guisantes (chícharos), lentejas, frijoles y verduras.
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- Los carbohidratos simples se encuentran a menudo en los alimentos procesados y en azúcares como la glucosa, la sacarosa (azúcar de mesa) y la fructosa.
- Recientemente, la ingestión de jarabe de maíz de alta fructosa ha sido asociada con un mayor riesgo de diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y obesidad debido al excesivo consumo de refrescos.
- La razón por la que los alimentos procesados deben evitarse es porque contienen tanto los hidratos de carbono simples, como azúcares añadidos. El azúcar por sí misma no causa diabetes; sin embargo, la ingestión de demasiadas bebidas azucaradas está vinculada a un mayor riesgo de diabetes tipo 2.
- Lee las etiquetas cuidadosamente. Lee las etiquetas de los alimentos que consumes para que puedas saber qué cantidad de azúcares agregados hay en ellos; sin embargo, ten en cuenta que no todos los fabricantes están obligados a enumerar los azúcares agregados. La única manera segura de evitar los azúcares agregados es evitando por completo los alimentos procesados.

Foto de Nnacho33209 con licencia CC BY-SA 3.0.
- Otra buena idea es evitar los alimentos “blancos”: como el pan blanco, la pasta blanca y el arroz blanco.
- Incrementa la fibra en tu dieta. Esto se puede hacer mediante el aumento de la ingesta de frutas y verduras, así como agregando determinados alimentos ricos en fibra a tus comidas. Por ejemplo, puedes incluir una cucharada de semillas de linaza en cada comida. O usa un molinillo de café para moler las semillas de linaza para luego congelarlas y así conservar sus aceites saludables.

Foto de Keith Weller con licencia de Domiio Público .
- Limita el consumo de carnes rojas y aumenta la cantidad de pescado y aves sin piel. Elige peces que hayan sido capturados en la naturaleza, como el salmón, el bacalao y el atún. Estos peces son buenas fuentes de ácidos grasos omega-3 que son esenciales para tu salud y son anti-inflamatorios.
- La piel de los peces y las aves se deben evitar debido a que pueden tener mucha grasa animal, así como hormonas y antibióticos agregados, los cuales promueven la inflamación.
- Aumenta la cantidad de agua que bebes. Procura beber 1 a 2 litros o unos 6 a 8 vasos de agua al día. También debes evitar las bebidas con cafeína (ya sea café o té negro) y evita todos los refrescos regulares y de dieta, ya que promueven la deshidratación y la inflamación.
- Limita el consumo de azúcar. Si te diagnostican diabetes tipo 2, no significa que no puedas comer NADA de azúcar. Significa que puedes controlar la cantidad de azúcares que comes y cómo los ingieres. Por ejemplo, los azúcares de la fruta se combinan con la fibra y eso significa que la absorción de los azúcares de la fruta se lleva a cabo más lentamente.
- Consume hierbas que te ayuden con la diabetes. Hay un gran número de hierbas que puedes agregar a tu dieta para ayudar a controlar los niveles de azúcar en la sangre. ¡Agrégalas a tu gusto cuando quieras! Estas hierbas también te pueden ayudar a superar los antojos de azúcar. Estas hierbas son muy seguras y sin efectos secundarios cuando se ingieren como alimento:
- Canela
- Fenogreco
- Jengibre
- Ajo y cebolla
- Albahaca
Comprende la Diabetes
- Comprende las diferentes formas de diabetes. La diabetes Tipo-1 es un trastorno autoinmune, por lo general aparece cuando una persona es muy joven y está vinculada a la historia de la familia o la genética. La diabetes tipo 2 es un trastorno adquirido. También hay diabetes gestacional y pre-diabetes.
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- En la diabetes tipo 1 (DM1), unas células específicas del páncreas llamadas células beta se destruyen y debido a que las células beta producen insulina, con DM1 el cuerpo ya no es capaz de producir insulina y ya no es capaz de controlar los niveles de azúcar en la sangre. Las personas con diabetes tipo 1 tienen que tomar insulina toda su vida.
- A la diabetes tipo 2 se le consideraba una enfermedad de adultos; pero por desgracia ha estado apareciendo cada vez con más frecuencia en niños. La diabetes tipo 2 (DM2) es la forma más común de diabetes. En esta enfermedad juegan un papel importante la genética, la dieta y los factores ambientales para su desarrollo. En DM2 los niveles de azúcar en la sangre pueden ser controlados con dieta, medicamentos, suplementos de insulina o una combinación de todos ellos.
- Una tercera forma de diabetes se llama diabetes gestacional. Se produce en la segunda mitad del embarazo y es relativamente frecuente. Ocurre en menos del 10% de las mujeres embarazadas.
- Algunos médicos incluyen una enfermedad llamada pre-diabetes (también conocida como resistencia a la insulina) como una forma temprana de diabetes. Las personas con prediabetes tienen niveles de glucosa en la sangre más altos de lo normal, pero no lo suficientemente altos como para ser diagnosticados como diabéticos. Los individuos con pre-diabetes tienen un alto riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.
- Comprende qué es la insulina y qué es lo que hace. La insulina es una hormona producida por el páncreas. Es el mensajero químico principal que le dice a las células que es el momento de tomar glucosa. En segundo lugar, la insulina está implicada en el mensaje que se le hace llegar al hígado diciéndole que tome glucosa y que la transforme en la forma de glucosa de almacenamiento conocida como glucógeno. En tercer lugar, la insulina está involucrada en una amplia gama de otras funciones como el metabolismo de las grasas y de proteínas.
- Comprende qué es la resistencia a la insulina. Todos los diabéticos también pueden ser considerados como resistentes a la insulina. La razón por la que tienen altos niveles de glucemia (azúcar en la sangre) es porque las células en su cuerpo no toman glucosa y la razón de esto es porque las células en su cuerpo no responden normalmente a la insulina.
- Cada célula de nuestro cuerpo usa la glucosa (azúcar) para producir la energía necesaria para hacer su trabajo. La glucosa proviene de los alimentos que comemos, principalmente de los carbohidratos, los cuales son moléculas compuestas de cadenas de varios azúcares diferentes, incluyendo la glucosa. Los carbohidratos complejos tienen muchas cadenas y a menudo se ramifican mientras que los carbohidratos simples tienen cadenas más cortas, las cuales no se ramifican. La insulina, una hormona producida por el páncreas, es el mensajero químico principal que “le dice” a las células que es el momento de tomar la glucosa.
- Si las células se vuelven resistentes a la insulina, entonces “ignoran” o no pueden responder a la señal de la insulina, lo cual puede aumentar los niveles de glucosa en la sangre. Cuando esto sucede, el páncreas responde produciendo aún más insulina, en un intento de “forzar” la glucosa a que entre en las células. El problema es que como la insulina no tiene ningún efecto sobre las células resistentes a la insulina, los niveles de glucosa en la sangre pueden seguir subiendo. La respuesta del cuerpo es convertir los altos niveles de glucosa en la sangre en grasa, lo cual puede generar inflamación crónica y otros trastornos como la DM2, obesidad, el síndrome metabólico y enfermedades del corazón.
- Observa si presentas síntomas de la diabetes tipo 2. Estos pueden aparecer en cualquier momento de tu vida. Los síntomas más comunes de la diabetes tipo 2 son:
- Aumento de la sed, junto con una micción más frecuente
- Aumento del apetito
- Aumento de peso o pérdida de peso inesperada
- Visión borrosa
- Fatiga
- Aumento del número de infecciones de heridas o infecciones de la vejiga o infecciones vaginales
- Consulta a tu médico. La diabetes tipo-2 se diagnostica mediante una serie de análisis de sangre específicos que miden qué tan bien tu cuerpo maneja los azúcares. Dile a tu médico los síntomas que presentas y, si lo considera necesario, el médico te hará pruebas de sangre.

Foto de Amanda Mills con licencia CC0 1.0 .
- Estas pruebas incluyen la toma de muestras de sangre para medir los niveles de azúcar en distintos momentos, como después de un ayuno, después de las comidas o después de ingerir una cantidad preestablecida de glucosa.
- Debes hacerte chequeos regulares, incluyendo exámenes de sangre, según lo aconsejado por tu médico.
- Si estás tratando de prevenir la diabetes, debes realizarte chequeos regulares.
- Decide si el tratamiento médico es el adecuado para ti. La mayoría de los casos de diabetes se pueden controlar con una combinación de medicamentos, dieta y ejercicio. En ocasiones, aunque lleves alguna dieta especial y hagas ejercicio, necesitas ayuda adicional en forma de medicamentos. Los medicamentos para la diabetes son hipoglucemiantes, los cuales son medicamentos que reducen los niveles de azúcar. Estos medicamentos son generalmente seguros, pero tienen algunos efectos secundarios. Habla con tu médico acerca de cualquier medicamento que estés tomando y pregúntale acerca de los posibles efectos secundarios. Los siguientes son algunos tipos de medicamentos hipoglucemiantes:

Foto de Melissa Johnson con licencia CC BY 2.0.
- Las sufonylureas son los medicamentos más antiguos utilizados en la DM2 y estimulan la secreción de insulina. Algunos ejemplos son glibenclamida (Micronase®), glimepirida (Amaryl) y glipizida (Glucotrol®).
- Los inhibidores de la alfa-glucosidasa retrasan la absorción de glucosa después de las comidas. Un ejemplo es acarbosa (Precose®).
- Las glinidas estimulan la secreción de insulina y algunas de ellas son repaglinida (NovoNorm®, Prandin®, GlucoNorm®).
- Las biguanidas, tales como la metformina hacen que las células sean menos resistentes a la insulina e incluyen formulaciones de metformina como Glucophage®, Glucophage XR®, Riomet®, Fortamet®, Glumetza®, Obimet®, Dianben®, Diabex® y Diaformin®.
- Los inhibidores de la dipeptidil peptidasa-IV impiden la descomposición de ciertas proteínas que mejoran la tolerancia a la glucosa. Un ejemplo es La sitagliptina (Januvia®) y linagliptina (Tradjenta®)