El Ángel de los milagros quiere que sepamos que los milagros son sólo postulados creados con un corazón abierto y lleno de fe. Los Ángeles saben que no hay escasez de milagros, que están disponibles para cualquiera que tenga la voluntad de recibirlos.
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Este Ángel viene a recordarnos que los milagros son parte de nuestra vida diaria y vienen en todo tipo de empaques y en todos los tamaños y formas. Aunque no hay escasez de milagros, a veces, nuestra habilidad para verlos puede ser limitada. Esto sucede cuando nos enfocamos en todas las cosas que pensamos que están mal o que son muy difíciles en nuestra vida en lugar de ver lo positivo y bueno. Cuando nos enfocamos en lo que no nos gusta le cerramos la puerta a la posibilidad de experimentar la abundancia y los milagros presentes que este Ángel pone en nuestro camino.
Hace muchos años leí una maravillosa frase: “Espera un Milagro”. Esta frase me hizo detenerme y pensar, ¿qué tan frecuentemente debemos esperar que ocurran milagros en nuestras vidas? ¿Cuándo fue la última vez que pediste que ocurriera un milagro en tu vida? Este Ángel ha venido a ti para decirte que empieces a pedirlos ahora mismo. Para el Dios los Milagros son cosas fáciles de conceder, ya que están compuestos de Amor y provienen de Dios, que nos ama sin ataduras ni limitaciones. Dios creó el Reino de los Ángeles para recordarnos a cada uno de nosotros que no estamos solos. La ayuda siempre está disponible y los milagros pueden fluir en abundancia si estamos abiertos a recibirlos. Muchas veces he escuchado a personas decir que tienen miedo de pedir un milagro porque sienten que no son dignos de recibir uno y por lo tanto, no creen que vaya a ocurrir. Este Ángel nos dice que todos somos dignos de recibir tanos milagros como podamos pedir, que nuestras oraciones y peticiones de milagros siempre son escuchadas y respondidas.
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A veces los milagros no traen la envoltura que esperamos encontrar. Esto tiene una explicación. Este Ángel dice que cuando pedimos un milagro, en un cierto nivel sentimos que no somos dignos de recibirlo y, de esta forma, lo “minimizamos” en un intento de restarle tamaño y de manera inconsciente pensamos que de todas formas lo podemos tener. Por ejemplo, podemos pedir un deslumbrante auto nuevo, de color rojo, que nos pueda llevar y traer del trabajo, y algunas vueltas ocasionales durante el día. Lo que realmente deseamos es un modelo deportivo, pero de repente sentimos que estamos siendo muy avariciosos o egoístas por ser tan específicos en querer algo así; y otra parte de nosotros entra en acción y dice “Bueno, honestamente cualquier auto rojo estaría bien” y entonces eso es lo que somos capaces de recibir y no el nuevo modelo deportivo que deseábamos. O tal vez otra persona pide el milagro de una curación física, pero en un cierto nivel se siente culpable de pedir un milagro así porque no comió adecuadamente en el pasado, o abusó del alcohol, o se sometió a un alto nivel de estrés y empujó su cuerpo al límite de lo que podía aguantar. Entonces la persona termina aceptando sólo una parte del milagro, si es que acepta al menos una parte. Los humanos somos muy buenos para auto-juzgarnos y para juzgar a los demás, por lo tanto no entendemos que los Ángeles nunca nos juzgan, nunca nos culpan ni nos apuntan con el dedo diciendo lo atrevidos que somos al pedir milagros. Ellos nos aman incondicionalmente. Saben que tienen que recordarnos quienes somos realmente y están aquí para ayudarnos a superar los “errores” que cometemos a lo largo del camino, así como para celebrar nuestros éxitos conforme avanzamos a través de nuestras vidas. No hay nada que le podamos pedir a los Ángeles por lo que nos dijeran “¿no te da vergüenza?”. Por el contrario, ellos agradecen nuestras peticiones con júbilo porque ¡ellos quieren que seamos felices!
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A veces los milagros vienen en formas que nos conducen a otros milagros. Pudimos haber pedido algo, y entonces este Ángel, al saber que no estamos del todo listos para aceptar lo que pedimos, nos envía un milagro de diferente tipo que nos ayudará a ser más capaces de aceptar lo que realmente deseamos. A veces pudiera parecer que nuestra petición de un milagro no está siendo respondida, como una manera de empujarnos a buscar ayuda para resolver un problema o conduciéndonos hacia la lectura de algún libro o hacia escuchar una conferencia con información que realmente necesitamos escuchar. El hecho de no recibir el milagro que hemos pedido es en sí una forma de milagro también, si tenemos la disposición de ver cómo es que estamos bloqueando la ayuda y el amor de este Ángel. Si hemos recibido el milagro que originalmente pedimos, no nos habría traído todo lo que esperábamos a menos que hubiéramos despejado primero ciertas cosas del camino. Entonces podemos aceptar y disfrutar más facilmente lo que hemos pedido. También podría ser que, al no recibir inmediatamente lo que pedimos, podemos ser conducidos a través de algunas puertas que no habíamos considerado antes, y que nos llevarán más lejos de lo que nunca habíamos soñado. Por ejemplo, la persona cuya carrera actual está por terminar podría pedir el milagro de que esa carrera continúe, sólo para encontrar que, de hecho, llega a su fin. Sin embargo, podría descubrir que hay una mejor carrera esperándolo si tuviera la voluntad de abrir su corazón y ver las señales que tiene frente a sus ojos. Este Ángel sabe y entiende que esto puede ser un proceso aterrador y que puede ser difícil para nosotros confiar por completo y tener fe. Si pusieras atención cuidadosamente, podrías escuchar la voz de este Ángel hablándote, diciéndote que no estás solo en lo que estés enfrentando, para que le des tu mano y permitas ser conducido a una vida de dicha y milagros sin fin.
Este Ángel pudo haber venido a ti, el día de hoy para darte una respuesta a tu petición de un milagro o para recordarte que necesitas pedir uno. ¿Hay algo en tu vida que quisieras ver impactado por la energía de los milagros? Escríbelo. Sea lo que sea. Y en la parte de arriba escribe las palabras “espero un milagro ahora mismo”. Llévalo contigo todo el día o ponlo en un lugar en el que lo puedas ver con frecuencia. Puedes visualizar a este Ángel enviándote amor y luz a tu petición. Lo importante es recordarte a ti mismo con frecuencia que este Ángel amoroso te está acercando los elementos del milagro que pediste y todo lo que necesitas hacer es abrir tu corazón para recibirlo.
Una cosa muy importante que debes hacer es agradecerle a este Ángel por el milagro que le pediste, aunque todavía no lo hayas recibido. De esta manera estarás sellando tu petición con un postulado de fe.
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¿Qué puedes esperar con la presencia de este Ángel?
Te podrías volver más consciente de los pequeños milagros diarios que ocurren a tu alrededor. Conforme sientas dicha y gratitud por estos milagros atraerás milagros más grandes hacia ti.
Podrías escuchar acerca de milagros que ocurren a todo tipo de personas, o la palabra milagro estará apareciendo repetidamente y en lugares inesperados y de maneras inesperadas. Las cosas repentinamente comenzarán a acomodarse a tu alrededor o recibirás buenas noticias que te ayudarán a validar la realidad de los milagros para ti.
Puedes empezar a sentir una fuerte e inspiradora presencia que te hace sentir que todo es posible. Apégate a este sentimiento tan fuertemente como puedas. Pide a este Ángel que te ayude a sentir esta energía más y más cada día y observa los milagros que empiezan a revelarse en tu vida.
Manera de trabajar con este Ángel:
Haz una lista de todas las cosas que saltan a tu mente cuando piensas en la palabra Milagros. No dejes nada fuera de la lista y no censures nada. Podrías encontrarte a ti mismo escribiendo cosas como “los milagros les suceden a los demás pero nunca a mí”. Este Ángel está tratando de hacerte más consciente de tus pensamientos profundos alrededor de los milagros, de tal forma que puedas despejar cualquier cosa que pueda estar bloqueando tu aceptación de ellos. Una vez que hayas hecho tu lista, haz una segunda lista de todos los pensamientos que están inhibiendo tu habilidad para aceptar más milagros en tu vida. Pide a este Ángel que, por favor, se los lleve y los reemplace por buenos pensamientos y sentimientos. Luego coloca la lista en un sobre dirigido a “El Ángel de los Milagros” y ponla en una canasta o si quieres quémala si te sientes guiado a hacer eso. Si usas el método de la canasta, saca la lista después de 30 días y ve si esos pensamientos siguen resonando para ti o ya no. Si ya no, “¡Hurra!”. Desecha la lista de la forma que consideres apropiada. Si todavía resuenan, entonces tú sabes que sólo necesitas trabajar con este Ángel un poco más de tiempo. Así que coloca la lista de nuevo en la canasta por 7 días más y repite el mismo proceso por el tiempo que consideres necesario. Empezarás a ver resultados conforme sigas trabajando con este Ángel, pidiendo orientación, apoyo y curación. Asegúrate de llevar a cabo estas cosas en la forma en que te sientas guiado y ten la seguridad de que este Ángel siempre estará contigo.
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