Cuando las cosas no van muy bien puede parecer poco realista pensar que puedes hacer realidad un deseo; sin embargo, sí es posible. Todo depende de que sepas darle forma a tu deseo y que tomes las medidas necesarias para hacerlo realidad.
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Define tu deseo
- Date permiso de desear. Antes de poder hacer realidad un deseo, es necesario que te des todo el permiso de creer en la posibilidad de hacerlo realidad. La esperanza puede ser difícil bajo ciertas circunstancias; pero ten en cuenta que el “optimismo” y el “realismo” no son necesariamente opuestos.
Foto de Gisela Giardino con licencia CC BY-SA 2.0.
- Hay una relación directa entre el optimismo y el éxito. Los que son más optimistas acerca de la vida son más propensos a percibir mejores oportunidades y tienden a aprovecharlas más que los que se pasan la vida dudando.
- En pocas palabras, un deseo es un comienzo. Creer en la realización de ese deseo te alienta a que tomes acción y la acción que llevas a cabo aumenta la probabilidad de que tu deseo se haga realidad. Algunas personas llaman a eso “fe”. Yo lo llamo el “combustible de la vida”.
- Desea algo. Si quieres que tu deseo se haga realidad, tendrás que invertir todo el pensamiento y acción que puedas en ese deseo. No disperses tu energía en múltiples deseos a la vez, ya que eso te impedirá que enfoques toda tu atención, lo cual disminuye la probabilidad de que hagas realidad un deseo en particular.
- Busca la claridad. Necesitas tener una clara comprensión de tu deseo antes de que lo puedas hacer realidad. Dale forma a tu deseo y luego detente, da un paso atrás y observa cómo te sientes. Si hay algo en lo que no te sientes bien acerca de tu deseo, puede que tengas que volver a definirlo en términos más honestos.
- Una vez que hayas definido bien tu deseo, debes sentir sensaciones agradables como alegría o esperanza. La idea de ver tu deseo hecho realidad debe implicar una sensación de felicidad. Si no te sientes así, entonces probablemente ese deseo no expresa tus verdaderos sentimientos y no serás capaz de dedicarte a hacerlo realidad.
- Por ejemplo, si actualmente sufres por un amor no correspondido y tu deseo es que tus sentimientos desaparezcan, tal vez desear eso te pueda hacer sentir infeliz. Lo mejor sería darle forma a tu deseo a favor de ese sentimiento en lugar de negar la verdad por completo.
- Dale forma a tu deseo en términos positivos. Hacer realidad tu deseo, sobre todo dentro de un corto periodo de tiempo, requiere una cantidad muy grande de energía positiva. Si lo que deseas es algo negativo, inevitablemente reducirás la cantidad de pensamiento positivo y acción que rodea a ese deseo, por lo que será más difícil de cumplir.
- Los deseos motivados por los celos son a menudo los que están más en desacuerdo con este principio. Por ejemplo, podrías tener la tentación de desear que tu rival pierda el juego en el que compite contigo. Es un deseo que implica odio y envidia, por lo que no sería un buen deseo. Un buen deseo tiene que ser algo bueno que suceda en tu propia vida.
- Procura ser realista. Tienes que desear algo en lo que realmente tengas algo de poder para cumplirlo. El deseo puede involucrar a otras personas, pero si depende por completo de otra u otras personas o de alguna fuerza exterior fuera de tu control por completo, entonces no hay nada que puedas hacer para asegurarte de que va a hacerse realidad.
- Sólo puedes controlar tus propios pensamientos y acciones, por lo que los deseos que dependen de otras personas por lo general no se hacen realidad.
- Sin embargo, puedes desear influir en los demás para que lleven a cabo algún tipo de acción. Por ejemplo, si deseas que la persona que no te corresponde tu amor te ame, generalmente no lograrás nada; pero si deseas tener el valor y buscas la oportunidad de interactuar de alguna forma con esa persona, es más probable que logres algo.
- Del mismo modo, tu deseo no debe depender de fuerzas naturales o sobrenaturales para su cumplimiento. En otras palabras, si deseas que se cancelen las clases o el trabajo debido al mal tiempo, por lo general eso no se hará realidad; y si se cumple, es muy probable que sea una coincidencia más que otra cosa.
- Concéntrate en el futuro. No hay nada que puedas hacer para cambiar el pasado. Desear cambiar algo que ya pasó se llama arrepentimiento y es un sentimiento que no te sirve para nada (más que en algunos ejercicios de algunas religiones). Por lo tanto, tu deseo debe centrarse en algo que quieras que suceda en las próximas 24 horas o el futuro próximo.
- Si tu deseo más profundo está conectado de alguna manera a un evento del pasado, entonces tienes que replantear tu deseo para que lo veas hacia adelante. Dale forma a tu deseo con una perspectiva diferente aprendiendo del dolor del pasado y aplicando tu capacidad de evitar la repetición de un error que hayas cometido antes.
- Ten en cuenta el tamaño de tu deseo. Los deseos que son demasiado grandes probablemente no se harán realidad de la noche a la mañana, incluso si haces todo lo que está en tu poder para hacerlos realidad. Si tienes un deseo muy grande que deseas cumplir, lo mejor que puedes hacer es dividirlo en varios deseos más pequeños. Concéntrate en hacer realidad esos pequeños deseos para que puedas cumplir paulatinamente tu verdadero deseo, aunque te cueste más tiempo.
- Por ejemplo, tu deseo máximo podría ser desarrollar una relación romántica con la persona que no te corresponde tu amor. Las relaciones no suceden de la noche a la mañana; sin embargo, puedes enfocarte en un deseo más inmediato. Ese deseo podría ser algo tan simple como la oportunidad de hablar con esa persona.
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Realiza tu deseo a través del pensamiento y la acción
- Piensa positivamente. El cumplimiento de deseos requiere de pensamiento positivo, acción y energía. Dedica unos minutos a eliminar los sentimientos negativos y los miedos de tu mente.
- Los sentimientos negativos que se relacionan directamente con tu deseo pueden ser el miedo, la duda, o el pesimismo hacia la posibilidad de realizarlo.
- Algunos sentimientos negativos que también podrían actuar como obstáculos podrían ser la ira hacia los que te rodean, los celos o la apatía. Estos sentimientos tienen una tendencia a consumir tu energía, lo que puede evitar que dediques la cantidad de energía que se necesita para hacer que tu deseo se haga realidad.
- Visualiza tu deseo. Tómate tu tiempo para visualizar que tu deseo se hace realidad. La imagen debe ser tan clara en tu mente que casi parezca algo tangible. Imaginar tu deseo con ese nivel de intensidad puede darte la energía necesaria para esforzarte en cumplirlo.
- Relájate. Ve a un lugar tranquilo, toma una posición cómoda y cierra los ojos. Trata de tranquilizar tu mente lo más que puedas.
- Una vez que te sientas completamente relajado, piensa en algo que te haga feliz. Esto puede ser algo relacionado con tu deseo, pero no necesariamente. Deja que el sentimiento positivo que rodea a ese pensamiento inunde tu mente.
- Tan pronto como te sientas positivo, enfoca tu mente en tu deseo. Imagina que ya se ha hecho realidad y siéntete feliz por ello. Permanece en ese estado durante varios minutos para que asocies tu deseo con un flujo de positividad.
- Toma acción. La acción tiene magia en sí misma. Tu deseo no se hará realidad sólo porque pienses en él. Tienes que poner algún esfuerzo tangible para hacerlo realidad.
- Ten en cuenta que tu deseo tiene un punto de partida y su cumplimiento es el punto final. El espacio que hay en medio es un camino que tendrás que recorrer. Incluso si desearas hacer realidad tu deseo de la noche a la mañana, de todas formas tendrías que caminar ese camino entre hoy y mañana.
- Volviendo al ejemplo del amor no correspondido que mencioné anteriormente, en lugar de limitarte a desear la oportunidad de hablar con esa persona, lo que debes hacer es buscar maneras de crear esa oportunidad. Organiza tu horario para el día siguiente para que puedas cruzarte en el camino de esa persona. Haz una lluvia de ideas posibles de temas de conversación para cuando llegue ese momento.
- Comparte tu deseo con otras personas. Platícale a otras personas de tu deseo y haz hincapié en que deseas hacer ese deseo realidad. Dependiendo de las circunstancias, las personas a las que les comentes de tus deseos podrían llegar a ser aliados y te podrían ayudar directa o indirectamente a hacer que ese deseo se haga realidad.
- Otras personas que sepan de tu deseo podrían ofrecerte ayuda directa o indirectamente, ya sea asesorándote o motivándote.
- Haz que tu deseo crezca incluso sin ti. Tú puedes esforzarte activamente en cumplir tu deseo sólo mientras estás despierto. Con el fin de hacer realidad tu sueño de manera rápida, tendrás que ordenar las cosas de manera que puedan continuar concretándose, incluso mientras duermes.
- Esto no siempre es posible, y por supuesto, depende de las circunstancias específicas. Examina tu deseo y tus circunstancias y determina si hay algo que puedas hacer para ayudar a que tu deseo siga creciendo mientras que tú te ocupas del resto de los asuntos de tu vida.
- Con respecto al ejemplo de amor no correspondido, si ya eres amigo de esa persona o si él o ella es parte de un grupo de amigos con el que tengas alguna conexión, tal vez te convenga enviarle una invitación a través de alguna plataforma social o mensaje de texto. Esa invitación puede ayudarte a cumplir tu deseo, ya que te proporciona una oportunidad para hablar al día siguiente, pero tendrás que ser paciente y esperar a que la persona en cuestión primero responda a esa invitación.
- No te rindas. Incluso si pides un deseo realista y haces todo lo posible para hacerlo realidad, la vida es difícil de predecir y las circunstancias pueden cambiar bruscamente, por lo que tu deseo podría tardar en cumplirse. Sin embargo, no dejes que esto te desanime. Continúa deseando y luchando por tus deseos, aunque el plazo inicial se agote.
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- Frecuentemente, la decepción que resulta de no haber obtenido un deseo puede introducir duda o hacerte que pongas excusas. Tanto la duda como las excusas pueden evitar que tomes las medidas pertinentes para lograr tu deseo o deseos futuros. Evita esa espiral descendente de inmediato enfocando tu atención hacia el pensamiento y la acción positiva, en lugar de permitirte pensar en el sentimiento de decepción.