Salir adelante cuando enfrentas tiempos difíciles puede parecer una posibilidad muy lejana. Sin embargo, en realidad tú tienes mucho más control sobre tu vida del que te imaginas. Cuando sientas que no hay ningún punto de apoyo ni motivos esperanzadores para pensar en un futuro más agradable, recuerda que la esperanza y el apoyo pueden llegar a ti de los lugares más inesperados. Pero es necesario que comiences a buscarlos por tu cuenta.
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Pasos
- Comienza por darte tiempo para reflexionar sobre tus problemas. ¿Cuál es la gran pérdida o el gran vacío que debes superar? ¿Cuáles son los obstáculos que te impiden seguir adelante?
- Necesitas darte cuenta de que todas las adversidades por las que has pasado son precisamente eso: algo que ya ha pasado. Puede que tengan consecuencias todavía sobre tu situación actual, pero si aprendes a no recibirlas de la misma manera que lo hiciste antes, descubrirás que dentro de ti existe la fortaleza para hacer frente a cualquier desafío.
- Si antes las acciones de ciertas personas sobre ti, o eventos sobre los que no tenías ningún control, te llevaron a sentirte deprimido y totalmente indefenso, date un tiempo para asimilar tu tristeza, pero no permites que los mecanismos que te llevaron a reaccionar con esas emociones negativas se repitan indefinidamente. Tienes que poner un alto a ese flujo de emociones: reconocer que tenías derecho a sentirte triste, y que acontecimientos desafortunados en el futuro pueden hacerte sentir de la misma manera, pero eso no implica que estés obligado a aceptar la tristeza como una parte permanente de tu vida.
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- Haz planes para cambiar tu futuro, y empieza a tomar acciones desde hoy. Tus planes necesitan ser metas realistas, a corto plazo. No debes pensar que estás demasiado lejos de conseguir los objetivos que esperabas alcanzar en tu vida, sino que todo gran objetivo se forma a través de cientos de pequeñas iniciativas.
- Ten la iniciativa de salir de casa, de no dejarte llevar por la monotonía.
- Ten la iniciativa de divertirte, de recordar que siempre es nuestra decisión sonreír y buscar motivos para estar agradecidos porque al final de cuentas tenemos un día más en el que la más pequeña de las satisfacciones nos puede recordar que estamos vivos.
- Ten la iniciativa de confiar en la gente, de abrirte a ella. A menudo, es nuestra decisión mantenernos aislados e incrementar así la sensación de agobio y desesperanza. Cuando ves a miles de personas salir adelante a cada día, y te das la oportunidad de hablar con algunas de ellas, es mucho más fácil creer que tú también saldrás adelante.
- Aprende a ser paciente. A menudo creemos que si no logramos la realización de todos nuestros anhelos justo ahora, no podemos disfrutar de nada más. Pero la verdad es que no podemos disfrutar la realización de nuestros sueños si no vivimos en el presente: en el proceso de luchar por ello encontramos todas las satisfacciones que más adelante nos permitirán mirar con orgullo lo que hemos logrado.
- Si no tienes la voluntad y la alegría para dar cada pequeño nuevo paso, y divertirte en los aciertos tanto como en los errores, pasarás toda tu vida pensando que algo mejor viene adelante, pero sin disfrutar realmente lo que tienes alrededor de ti. La única manera de que consigas que algo mejor te aguarde en el futuro, es reconocer justo aquí y justo ahora todas las cosas buenas que ya tienes, por más sencillas y pequeñas que sean.
- Siempre que el miedo, la culpa o el rencor quieran apoderarse de ti, recuerda que necesitamos perdonar cada día para convertirnos en personas más completas y estables. Si no aprendes a perdonar a otras personas que te han decepcionado, si no aprendes a perdonar al pasado por haber sido duro contigo, y si no aprendes a perdonar al futuro por no ser tan controlable como habías imaginado que sería, te costará trabajo estar verdaderamente en el presente, y disfrutar de las experiencias que se te ofrecen día tras día.
- Por encima de todas las cosas, perdónate a ti mismo, por haber tomado decisiones equivocadas, por ser egoísta, por dudar, por no perder en ocasiones la voluntad de seguir adelante. Reconocer todas tus limitaciones, y saber que todas las personas las tienen, pero que también todos tenemos la capacidad de sobreponernos a ellas, es el primer paso para mirar de forma esperanzadora hacia el futuro.
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- No tengas miedo de pedir ayuda. Aunque es cierto que al final de cuentas sólo nosotros tomamos la decisión de cortar nuestras emociones negativas, y sólo en nuestro interior podemos encontrar la voluntad de seguir adelante, hay muchas personas que pueden haber pasado por experiencias parecidas a las tuyas. Si te acercas a ellas, escuchas sus historias, y aprendes de ellas, tal vez te resulte mucho más sencillo llevar la carga de tus propios problemas.