El Aloe vera se usa comúnmente como un agente de curación de la piel. También actúa como un agente anti-inflamatorio y anti-bacteriano que no tiene efectos secundarios significativos. Debido a todas estas propiedades curativas maravillosas, se puede usar el aloe vera para tratar el acné.
[the_ad id=”9851″]
Tratamiento del acné con Aloe Vera
- Compra el aloe vera. Puedes comprar una planta de aloe vera y extraer el gel del centro de las hojas o puedes comprar el gel ya envasado.
Foto de ER and Jenny con licencia CC BY-SA 2.0.
- Si compraste una planta de aloe vera, tendrás que obtener el gel del interior de las hojas. Corta una hoja de buen tamaño de la planta de aloe vera. De preferencia que mida alrededor de unos 12 cm de largo. Lava bien la hoja en agua y con un cuchillo corta por la mitad a lo largo de la hoja.
- Utiliza una cuchara para que raspes la hoja y obtengas la mayor cantidad de gel que puedas.
- Haz una prueba con una pequeña cantidad de la aloe vera sobre tu piel. Es recomendable que siempre hagas primero una prueba con una pequeña cantidad de gel de la planta de aloe vera o de cualquier producto comercial en una pequeña área de la piel para asegurarte de que no eres alérgico a esa sustancia. El aloe vera es de la misma familia botánica de los lirios, las cebollas y el ajo, así que si reaccionas a esas plantas, es probable que reacciones al aloe vera también.
- Puedes aplicar una pequeña cantidad del gel en tu muñeca y luego la dejas secar y te enjuagas. Si no hay enrojecimiento, picazón ni hinchazón, entonces puedes aplicártelo en tu cara.
- Utiliza el aloe vera para el tratamiento de las manchas de la piel. Toma 2 cucharaditas de gel de aloe vera y añade 2 o 3 gotas de jugo de limón. El jugo de limón ayuda a mantener el pH de la piel. Mezcla bien.
- Utiliza un Q-tip para aplicar la mezcla directamente sobre el acné. Deja la mezcla en tu cara durante al menos 30 minutos o de preferencia toda la noche.
- Enjuaga con agua tibia y limpia como de costumbre.
- Repite diariamente.
- Utiliza el aloe vera para hacerte un facial. Corta 1 o 2 hojas de aloe vera de unas 6 pulgadas de una planta de aloe y recorta los picos a lo largo de los lados de la hoja. Haz un corte para abrir las hojas y raspa para obtener el gel.
- Añade 1 cucharadita de miel (la miel tiene propiedades antibacterianas adicionales) y de 5 a 7 gotas de jugo de limón y mezcla bien.
- Aplica la mezcla en todo tu rostro o usa un Q-tip (cotonete) para aplicarla directamente sobre el acné.
- Si es posible, deja el gel toda la noche, o al menos de 20 a 30 minutos.
- Enjuaga con agua tibia y limpia como de costumbre.
- Repite diariamente.
- Continúa el tratamiento por varias semanas. Puede tomar algún tiempo para que los efectos curativos del aloe vera se hagan notar. Si estos tratamientos no mejoran tu acné de 3 a 4 semanas, haz una cita con un dermatólogo para determinar cuál sería el mejor curso de acción.
[the_ad id=”9854″]
Reduce los brotes de acné
- Lávate la cara por lo menos dos veces al día. Esto es especialmente importante después de tener sudoración excesiva. Báñate una vez al día, pero si sudas mucho, considera tomar una ducha más al día.
- Utiliza un producto de aceite suave para limpiarte la cara. Busca un producto limpiador que en la etiqueta diga que es “no comedogénico”. Eso significa que el producto no promueve la formación de comedones (granos), espinillas ni puntos blancos.
- Algunos ejemplos de este tipo de productos son: Neutrogena, Cetaphil y Olay. Hay muchos productos que puedes conseguir en las tiendas que son no comedogénicos. Lee la etiqueta para que estés seguro.
- Hay aceites que se utilizan para limpiar la piel y muchos de ellos son no comedogénicos. El uso de estos aceites se basa en el principio de que “un solvente disuelve sustancias similares”. En otras palabras, los aceites se pueden usar para disolver los aceites de la piel.
- También verifica que los productos que uses no contengan alcohol, ya que el alcohol reseca la piel y la daña.
- Usa tus dedos para aplicar el limpiador. Cuando limpies tu piel, debes hacerlo de manera muy suave. El uso de un paño o esponja puede irritar la piel y causar más problemas.
- Trata muy suavemente la piel irritada. No aprietes ni toques el acné. Eso puede empeorar la irritación y causar cicatrices y hará que el tiempo de curación sea más largo.
- No te expongas al sol y no uses las camas de bronceado. El sol y las camas de bronceado pueden dañar las células de la piel debido a la radiación UV, la cual es muy perjudicial. Si estás utilizando medicamentos para el acné, tu piel podría ser más sensible al sol de lo normal.
- No te frotes la piel. Esto puede causar cicatrices permanentes y la piel necesitará más tiempo para sanar. La exfoliación es una práctica muy popular, pero la exfoliación vigorosa a menudo hace más daño que bien.
- La exfoliación puede causar micro-cicatrices (cicatrices diminutas que no se pueden ver sin usar algún tipo de aumento), las cuales a menudo pueden empeorar el acné.
- Al realizar la exfoliación también se puede tumbar piel que todavía no estaba lista para desprenderse. Es como tirar de una costra que no estaba dispuesta a caer por sí sola.
- Evita comer alimentos poco saludables. Aunque la dieta no es causa directa del acné, a pesar de las historias que puedas haber oído acerca de la leche y el chocolate, para algunas personas ciertos alimentos aumentan el riesgo de tener más acné. Algunos alimentos, como los productos lácteos y las dietas altas en azúcares procesados, pueden aumentar la inflamación y proporcionar un ambiente donde el acné puede aumentar.
[the_ad id=”9857″]
- Procura mantener una dieta saludable. Esto te ayudará a asegurarte de que estás recibiendo los nutrientes adecuados para mantener tu piel saludable. Las vitaminas que parecen ser más importantes para la piel son las vitaminas A y D. Además, procura consumir suficientes grasas omega-3, ya que pueden beneficiar a las personas con acné.
Foto de Ted Eytan con licencia CC BY-SA 2.0.
- Algunos ejemplos de alimentos ricos en vitamina A son: la papa, espinaca, zanahoria, calabaza, brócoli, pimientos rojos, calabaza de verano, melón, mango, albaricoques (chabacanos), hígado de res, el arenque y el salmón.
- Algunos ejemplos de alimentos ricos en vitamina D son: aceite de hígado de bacalao, salmón, atún, leche, yogur y queso. Muchos alimentos están fortificados con vitamina D, pero la mejor manera de obtener la vitamina D es exponiendo tu piel al sol de 10 a 15 minutos a la semana, ya que la luz solar activa la producción de vitamina D.
- Algunos ejemplos de alimentos ricos en ácidos grasos omega-3 son: las semillas de linaza y el aceite de linaza, las semillas de chía, las nueces, el salmón, las sardinas, el pescado blanco, la albahaca, el orégano, el clavo de olor, la mejorana, la espinaca, las semillas germinadas de rábano y el brócoli chino.