Un silbato para perros es una herramienta de entrenamiento que se ha utilizado desde hace mucho tiempo. Puedes utilizar un silbato de perro para emitir comandos, ya que tienen un sonido penetrante que se oye desde una larga distancia y se distingue de la mayoría de los ruidos cotidianos. Esto hace que los silbatos sean una excelente herramienta si quieres controlar a tu perro a distancia o si necesitas llamar su atención en un ambiente con mucho ruido.
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Decide utilizar un silbato de perro
- Utiliza un silbato si tu perro no obedece tus órdenes verbales. El silbato es un ruido distinto que el perro no escucha, excepto como herramienta de formación. Esto significa que es más probable que el perro responda más a las señales del silbato que a los comandos verbales, ya que las palabras son escuchadas en la conversación diaria.

Foto de Silberfuchs con licencia .
- Por ejemplo, si el perro oye la palabra “Siéntate” en la conversación cuando no se espera que obedezca, entonces el perro piensa que es opcional obedecer cuando oye ese comando.
- Si tu perro está mal educado y tiene el mal hábito de ignorar las órdenes verbales, entonces, un silbato te ofrece un nuevo comienzo como una herramienta de formación que el perro no ha escuchado antes y que no ha aprendido a ignorar.
- Escoge un silbato. Cualquier tipo de silbato funciona, pero lo mejor es usar un silbato de adiestramiento de perros de una frecuencia específica. Los silbatos vienen en una amplia gama de frecuencias, por lo que debes decidir una frecuencia y apegarte a ella.

Foto de Turbojet con licencia CC BY-SA 3.0.
- Si no estás seguro de qué frecuencia de silbato utilizar, no te preocupes, no es el fin del mundo. Al igual que un perro bien entrenado responde cuando un hombre o una mujer le dice “Siéntate”, así también responderá a cualquier silbato. Sin embargo, en una situación de grupo con varios entrenadores de perros todos utilizando silbatos al mismo tiempo, será de gran ayuda para tu perro que identifique su silbato único y que responda ante su sonido.
- No es necesario utilizar un silbato silencioso o ultrasónico. De hecho, es mejor usar un silbato que sea audible para los seres humanos. Eso te ayudará a saber que has utilizado el silbato con la intensidad correcta y que la señal ha sido clara de manera que no haya lugar a malentendidos.
- Compra el silbato. Puedes encontrar silbatos comerciales para perros en internet. Es recomendable que compres más de un silbato. Así tendrás un repuesto si lo pierdes.
- Colócale una cuerda de seguridad para que siempre lo tengas colgado a tu cuello cuando vayas de paseo con tu perro.
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Entrena a tu perro para obedecer las señales del silbato
- Decide cuáles serán las señales del silbato. Sopla el silbato de una forma única para señalar lo que quieres que el perro haga. Por ejemplo:
- Para señalar “Siéntate” o “Detente” puedes dar un silbido largo. Para decirle “Ven” puedes dar tres silbidos cortos.
- Practica los silbidos con el silbato. Para hacer sonar el silbato, utiliza tu lengua para romper el sonido. Cuando estés soplando aire a través del silbato, tapa levemente el agujero en el silbato con la lengua.
- Transfiere los comandos de tu voz hacia el silbato. Una opción es comenzar con un perro que ya conoce los comandos “Siéntate” o “Detente” y que responde bien a ellos. Primero da un solo silbido largo para sentarse, luego di la palabra “Siéntate”. Cuando el perro se siente recompénsalo con una golosina.
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- A medida que el perro aprenda los comandos con el silbato, deja un espacio cada vez más largo entre el silbido y el comando hablado. Eventualmente, podrás dejar de usar el comando verbal por completo.
- Puedes transferir cada comando hablado a un comando con el silbato.
- Comienza el entrenamiento con silbato de un perro que nunca ha sido entrenado. Para el comando “siéntate”, toma una golosina con tu mano y elévala por encima de la cabeza del perro moviéndola a los lados para que cuando el perro la siga con la vista hasta que su parte inferior toque el suelo. Tan pronto como su parte inferior toque el suelo, emite un silbido de comando con el silbato y recompénsalo por haberse sentado.

Foto de CRYSTAL ROLFE con licencia CC BY 2.0.
- Repite eso en varias sesiones de entrenamiento y el perro empezará a reaccionar al silbato sentándose sin necesidad de utilizar ninguna golosina.
- Enséñale el comando “Ven”. Juega con el perro y luego dile “Ven”. Tan pronto como el perro ponga una pata en dirección hacia ti, da el toque de silbato. Lo que quieres es que el perro asocie dar un paso hacia ti con el sonido del silbato. Con suficiente repetición, una vez que el perro oiga la señal, vendrá corriendo porque asocia el silbato con la diversión. Demuéstrale que estás contento de verlo y dale una gran recompensa.