Los perros que tienen lesiones en la médula espinal por lo general, no pueden orinar solos. La vejiga necesita ser vaciada manualmente por dos razones: una vejiga llena que gotea es propensa a sufrir infecciones urinarias que si no son tratadas, pueden derivar en complicaciones que pueden ser mortales. La otra razón para no permitir que la vejiga dure mucho tiempo llena es porque pierde el tono (se hace floja) y si el perro recupera la función neurológica de la vejiga, puede que ya no funcione correctamente.
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Se necesita sólo un poco de práctica para vaciar la vejiga de un perro con parálisis completamente en una sola sesión. Pídele a tu veterinario que te demuestre cómo hacerlo primero, para que aprendas a aplicar la presión correcta. Si es necesario, regresa al siguiente día con tu veterinario para que revise si has sacado toda la orina.

Foto de Handicapped Pets con licencia CC BY-SA 2.0.
Pasos para vaciar la vejiga de un perro con parálisis
- Párate frente al excusado y haz que el perro se pare en la orilla del mismo con sus patas delanteras.
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- Estabiliza al perro con la mano izquierda y coloca la derecha al otro lado de su cuerpo por debajo. Las patas traseras pueden quedar en el aire.
Licencia: Uso Razonable .
- Busca alrededor del abdomen algo que tenga el tamaño similar al de un limón y que se sienta como un globo de agua.
- Aprieta suavemente con tu mano derecha presionando levemente hacia la izquierda (hacia tu puño izquierdo) y hacia la espalda. Se requiere práctica. Lo más difícil es aprender a encontrar la vejiga.
- Asegúrate de que hayas vaciado la vejiga completamente. La vejiga se debe sentir plana cuando esté vacía.
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Consejos
- Si es un perro grande, es mejor que lo hagas afuera y no sobre el excusado.
- Debes hacerlo de 4 a 6 veces al día, ya que es aproximadamente la frecuencia con que los perros salen a orinar.
- Sólo te tomará de 10 a 20 segundos. ¡Sí, eso es todo!
- No necesitas equipo especial, como mangueras, ropa protectora, jeringas, bolsas, tubos, guantes de goma ni ninguna cosa así, sólo tus manos.
- No le duele al perro. Tampoco tú tienes por qué salir lastimado.
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- Para defecar es distinto. La deposición es muy diferente a la micción. Primero que nada, el excremento sale solo, sin ayuda. No hay riesgo de que se quede dentro y cause una infección. En cambio, la vejiga hay que vaciarla con frecuencia; de lo contrario, el perro se envenenaría con su propio desecho. La orina no sale sola; sólo se expulsa lo que la vejiga ya no puede contener mientras más orina fluye hacia la vejiga desde los riñones. El resto se queda. Esa es una razón por la cual los perros minusválidos son propensos a presentar infecciones urinarias.